VIACRUCIS

OCTAVA ESTACIÓN
Jesús es ayudado por el Cirineo a llevar la Cruz

V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador.

Del Evangelio según San Marcos 15, 21

Entonces obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara la cruz.

Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
Jesús es ayudado por Simón de Cirene

Mi pequeña víctima, prosigue Conmigo el hermoso camino de la Cruz, es hermoso, porque en este camino prevaleció el Amor Misericordioso que se donó sin reservas por las almas.

Yo iba cargando aquella Cruz Bendita, era la Cruz del mundo y su peso era tan enorme como lo es el mundo. Cada dolor mío era un pecado cometido, desde el original hasta el último pecado cometido por el último hombre en la tierra, que exista.

Caí por segunda vez cerca de la calle que se dirige al Cenáculo, en esta caída, mi Hombro Derecho fue dislocado, y el dolor que sentí fui indescriptible, pues era el dolor del Pastor Divino Herido (San Mateo 26, 31) por los pecados de su rebaño.

Pasaba cerca de aquella calle un cirineo llamado Simón, hombre justo y piadoso, pero por temor a la turba judía pasaba de largo; sin embargo, el centurión lo señaló y lo llamó para que cargará Conmigo la pesada Cruz.

Simón se acercó, tomó el brazo derecho de la Cruz, para dar descanso a mi Hombro dislocado, mientras Yo cargaba el brazo izquierdo. Simón quedó impresionado de verme en aquel estado, mi Rostro ensangrentado quedó grabado en el corazón de Simón, mientras era grabado, visiblemente, en el velo de la Santa Verónica.

Grabado mi Rostro en el velo de la piadosa Verónica continúe, con la ayuda de Simón, mi camino hacia el calvario.

Oración

Jesús, te amo, te adoro, te consuelo, te reparo y te bendigo por todos.

En Divina Voluntad tomo en mí el amor y la piedad con que el Santo Cirineo te ayudó con la Cruz de Amor, de modo que no veas a Simón, sino a mí, cargando Contigo la misma Cruz.

Ofrezco al Padre Tierno y Misericordioso el dolor, la fatiga, tu Santo Rostro cargado con el cansancio.

Jesús ¿cómo puedo cargar con mi cruz? Enséñame Jesús, con tu Gracia, vénceme, aleja de mi el miedo, miedo al miedo, miedo al ofrecimiento, aún del más pequeño dolor. Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, apiádate de mí. Amén. Fiat.

Padre Nuestro

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.