VIACRUCIS

DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es crucificado

V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador.

Del Evangelio según San Marcos 15, 24

Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno.

Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
Jesús es Crucificado

Querido hijo, subí al Monte Gólgota con la Cruz a cuestas y subiendo el Monte, a mitad de camino que lleva a la explanada del mismo, caí nuevamente, ésta caída fue aliviada por la ayuda del Cirineo, quien sostuvo la Cruz y esta no cayó sobre Mí.

Mi Rostro fue golpeado en las rocas del camino y mi Corona de espinas nuevamente rasgó profundamente mi Frente ya lacerada. Ésta caída la ofrecí al Padre Tierno y Misericordioso por los hombres que, pudiendo abrir su corazón a mi Misericordia, no quieren reconciliarse Conmigo; y la ofrecí por todas las almas que rechazarían el Sacramento de la Penitencia.

Llegando a la cumbre del monte, miré a mi Santa Mamá subiendo por otro costado del monte, acompañada de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena y algunos discípulos y mujeres piadosas. Mis Apóstoles, los otros 10, estaban dispersos y con miedo.

Cuando llegué con mi Cruz a la cumbre del monte, fui arrojado a la tierra, Simón, el Cirineo piadoso, fue expulsado de allí con enojos e insultos de parte de los centuriones, pues pudieron ver en él, el amor que comenzó a profesarme en el poco trecho de camino de Cruz que me acompañó.

Me quitaron mi Túnica, dividiéndola en dos partes y me acostaron sobre la Cruz, me ataron mis Manos y Pies, y me traspasaron con grandes clavos. Mi Brazo fue dislocado, al estirarlo para que mi Mano quedara exactamente en el punto sobre la madera donde sería traspasada por el clavo.

Traspasaron mis Manos y Mis Pies, me levantaron sobre aquella Cruz de 3 metros y medio de alto y pusieron sobre mi Cabeza el letrero que me declaraba Rey, profetizando que, desde la Cruz Gloriosa, Yo Reinaría por el amor (San Marcos 15, 24).

Mi Santa Mamá al ver la exaltación de la Cruz y mi Cuerpo Sacrificado en ella, solo pudo pronunciar: Hágase Tu Voluntad.

Oración

Mi amado Jesús Crucificado, te amo, te adoro, te reparo, te alabo, te bendigo, te consuelo por todos.

Corazón Sacratísimo de Jesús, clavado por nuestro amor en la Cruz, danos tu libertad, tu fuerza y la gracia que transforma todos nuestros actos en obras de Divina Voluntad, que hacen resplandecer tu Amor Misericordioso a cuantos buscan tu Rostro.

Por el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, ayúdanos a participar de tus Sufrimientos, tu Pasión y tu Dolor por las almas.

Que los apóstoles de tu Sagrado Corazón Eucarístico te demos adoración perenne, reparación perpetua y agradecida alabanza. Amén. Fiat.

Padre Nuestro

Ave María de los Últimos Tiempos:

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Jaculatoria

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, perdónanos y salva al mundo. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.