Via lucis del Apostolado

¡Ave María Purísima, sin pecado original concebida!

Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos
líbranos, Señor, Dios nuestro.

† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Abre Señor mis labios y mi boca proclamará tus alabanzas.

Ven ¡Oh, Dios! en mi ayuda. Señor, date prisa en socorrerme.

Acto de Contrición

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quién eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón, de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas las cosas.

Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que te hizo sudar sangre, apiádate de mí.

Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este suspirado perdón. Amén.

Oración de Invocación al Espíritu Santo (dictada el 28 de octubre de 2014)

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa.

Oración

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de tu Amor.

V/. Envía tu Espíritu y todo será́ creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.

Oración

¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

Oración al Divino Espíritu Santo (dictada el 15 de agosto de 2014)

Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos, protege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el Reino Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue Concebido por Obra y Gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió́ a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí́ ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. 

Meditación inicial

17 DE ABRIL DE 2022

Domingo de Resurrección

LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO

Comprendiendo el gran Misterio del Amor y de la Cruz podrán contemplar la gran Alianza para salvar a todas mis criaturas del pecado y de la condenación eterna.

Por el corazón de una mujer se abrieron las puertas a la desobediencia, arrastrando el corazón del hombre y de todas las demás creaturas.

Pero al llegar la plenitud de los tiempos, el corazón de otra mujer, Inmaculada, con su Fiat colaboró para que el Verbo se encontrara con todos los hombres.

Y estos dos Sagrados Corazones murieron en la Cruz: Uno, el del Hijo, con sangre y cruz. Y el de la Madre, con amor y obediencia.

El Corazón de la Madre, místicamente, murió con el Hijo. Pero el Corazón del Hijo, místicamente, resucitó con el Corazón de la Madre. Inundando, nuevamente, a todos los creyentes y a todos los hombres de luz y de Luz Pascual.

También, la Alianza de los Dos Corazones es una Alianza Pascual. Resuciten todos, hijos míos, viviendo este Alianza Pascual.

Les doy mi bendición de Padre.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

PRIMERA ESTACIÓN
Jesús resucita de la muerte

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos.

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.

Pasado el sábado, al aclarar el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a visitar el sepulcro. De repente se produjo un violento temblor; el Angel del Señor bajó del cielo, se dirigió al sepulcro, hizo rodar la piedra de la entrada y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el relámpago y sus ropas blancas como la nieve. Al ver al Angel, los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos. El Angel dijo a las mujeres: “No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba”. (Mt 28, 1- 6).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, hemos querido seguirte, junto al Corazón Doloroso e Inmaculado de María, en los momentos de tu Pasión y Muerte, sin avergonzarnos de tu Cruz Redentora. Ahora queremos vivir Contigo la verdadera alegría, la alegría que brota de un corazón enamorado y reparador, la alegría de la resurrección.  Enséñanos a no huir de la cruz, a no tener miedo, a exaltarla con la reparación, porque antes del Gran Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María está la tribulación. Y sólo tomando tu cruz podremos llenarnos de ese gozo que nunca acaba. Amén,

Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén 

SEGUNDA ESTACIÓN
Los discípulos encontraron el sepulcro vacío

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos.

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.

Pedro y el otro discípulo salieron para el sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Como se inclinara, vió los lienzos tumbados, pero no entró. Pedro llegó detrás, entró en el sepulcro y vió también los lienzos tumbados. El sudario con que le habían cubierto la cabeza no se había caído como los lienzos, sino que se mantenía enrollado en su lugar. Luego entró el otro discípulo, el que había llegado primero: él también vio y creyó. (Jn 20, 3-8).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, también nosotros como Pedro y Juan, necesitamos ir hacia Tu Corazón Resucitado, realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Por eso, por medio del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, te pedimos el Don de responder con prontitud a tus Llamados de Amor y de Conversión. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

TERCERA ESTACIÓN
Jesús resucitado se manifiesta a María Magdalena

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos.

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.

María se quedaba llorando fuera, junto al sepulcro. Mientras lloraba se inclinó para mirar dentro y vió a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies. Le dijeron: “Mujer, ¿por qué lloras?” Les respondió: “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto”. Dicho esto se dio vuelta y vió a Jesús allí, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: “Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?” Ella creyó que era el cuidador del huerto y le contestó: “Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.” Jesús le dijo: “¡María!”. Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: “¡Rabboní!”, es decir, “¡Maestro!”. (Jn 20, 11-16).

Oración

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Madre de Dios y Madre nuestra, la tradición cristiana y en los Llamados de Amor y Conversión se nos dice que la primera aparición de tu Hijo Resucitado fue a Ti, pero no para fortalecer tu fe, que en ningún momento había decaído, sino para compartir contigo la alegría del triunfo. Nosotros te queremos pedir que, como María Magdalena, modelo de apóstol de sus Sagrados Corazones Unidos, seamos apóstoles de la Resurrección de Jesucristo, viviendo contigo, Mamá Santa, el gozo de no separarnos nunca del Corazón Resucitado y Eucarístico de tu Hijo Jesús Nuestro Señor. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

CUARTA ESTACIÓN
Jesús resucitado aparece a los discípulos de Emaús

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos.

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo

Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús e iban conversando sobre todo lo que había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con ellos, pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Jesús les dijo: “¡qué poco entienden ustedes y que lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?” y comenzando por Moisés y continuando con todos los Profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a Él. (Lc 24, 13-15. 25-27).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Ayúdanos a descubrirte en el camino de la vida, en la lectura de tu Santo Evangelio y en la celebración de la Eucaristía, donde te ofreces a nosotros como alimento cotidiano. Queremos vivir tus Llamados de Amor y Conversión, que siempre nos llevan a Tu Corazón Resucitado. Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, por medio del Espíritu Santo danos un deseo ardiente de encontrarte también en los hermanos, especialmente los que más sufren. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

QUINTA ESTACIÓN
Jesús Resucitado se manifiesta al partir el pan

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos.

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.

Al llegar cerca de Emaús, hizo como que quisiera seguir adelante, pero ellos le insistieron, diciendo: “Quédate con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el día” Entró pues, para quedarse con ellos. Y mientras estaba a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, luego lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron. (Lc 24,2831).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, llena del Fuego del Amor Divino nuestros corazones, para que así nada impida a nuestros ojos que veamos a Jesús en el prójimo necesitado. Que demos a todos nuestros hermanos, testimonio de vida con los Llamados de Amor y Conversión que están al servicio de tu Santo Evangelio. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

SEXTA ESTACIÓN
Jesús resucitado se aparece vivo ante los discípulos

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos.

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo

Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: “Paz a ustedes”. Quedaron atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu, pero El les dijo:”¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso? Miren mis manos y mis pies, soy yo. Tóquenme y fijense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo.” (Lc 24, 36-39).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, danos la fe y la confianza para descubrirte en todo momento, incluso cuando no lo esperamos. Que seas para nosotros no una figura lejana que existió en la historia, sino que, vivo y presente entre nosotros, de modo muy especial en el Santísimo Sacramento del Altar, ilumines nuestro camino en esta vida y, después, transformes nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el tuyo. Amén,

Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús Resucitado da el poder de perdonar los pecados a los apóstoles

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos. 

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.

Jesús les volvió a decir: “La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envio a ustedes. Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”. (Jn 20, 21-23).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que sepamos descubrir en tus sacerdotes otros Cristos, porque los has hecho dispensadores de los misterios de Dios Padre Tierno y Misericordioso, haz de los Sacerdotes apóstoles de sus Sagrados Corazones Unidos. Cuando nos alejemos de Ti por el pecado, danos la gracia de vivir nuestro pequeño gran aviso, a través de un sincero examen de conciencia, ayúdanos a sentir la alegría profunda de tu misericordia en el sacramento de la Penitencia. Porque la Penitencia limpia el alma, devolviéndonos tu amistad, nos reconcilia con la Iglesia y nos ofrece la paz y serenidad de conciencia para reemprender con fuerza, como apóstol del Ejército Eucarístico y Mariano, el combate espiritual. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

OCTAVA ESTACIÓN
Jesús resucitado confirma la fe de Santo Tomás

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos. 

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo

Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: “La paz esté con ustedes.” Después dijo a Tomás: “Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe”. Tomás respondió: “¡Tú eres mi Señor y mi Dios!” Jesús replicó: “ Crees porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!. (Jn 20, 26-29).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, auméntanos la fe, la esperanza y el amor. Danos una fe fuerte y firme, llena de confianza. Te pedimos la humildad de creer sin ver, de esperar contra toda esperanza y de amar sin medida, con un corazón grande. Como dijiste al apóstol Tomás, queremos, aún sin ver, abrazarnos con firmeza a tu Santo Evangelio, al magisterio de la Iglesia que has instituido, y a los Llamados de Amor y Conversión, para que tu Ejército de apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, permanezcamos en la verdad. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

NOVENA ESTACIÓN
Jesús Resucitado encuentra a sus discípulos en el lago Tiberíades

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos. 

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.

Al amanecer, Jesús estaba parado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era El. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿tienen algo que comer? Le contestaron: “Nada” Entonces Jesús les dijo: “Echen la red a la derecha y encontraran pesca” Echaron la rede, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: “¡Es el Señor!”. Cuando Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Jesús dijo: “Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar”; se acercó, tomó el pan y se los dio, e hizo lo mismo con el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos. (Jn 21,4-7. 10. 13).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, haz que nos sintamos agradecidos de estar subidos en la barca de Pedro, en la Iglesia. Que aprendamos a amarla y respetarla como madre. Enséñanos, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, a apoyarnos no sólo en nosotros mismos y en nuestra actividad, sino en Ti. Que nunca te perdamos de vista, y sigamos siempre tus indicaciones, aunque nos parezcan difíciles, porque sólo así recogeremos frutos abundantes que serán tuyos. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús resucitado confiere el primado a San Pedro

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos. 

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo

Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”. Él le respondió: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos” le preguntó por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Pedro volvió a contestar: “Sí Señor, tú sabes que te quiero.” Jesús le dijo: “Cuida de mis ovejas” Insistió Jesús por tercera vez: “Simón Pedro, hijo de Juan, me quieres?” Pedro se puso triste al ver que Jesús le preguntaba por tercera vez si lo quería y le contestó: “Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.” Entonces Jesús le dijo: “apacienta mis ovejas”. (Jn 21, 15).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que sepamos reaccionar ante nuestros pecados, que son traiciones a tu amistad y no correspondencia a tu Santo Amor, y volvamos a Tu Sagrado Corazón Misericordioso respondiendo al amor con amor. Ayúdanos a estar muy unidos al sucesor de Pedro, el Santo Padre. Haz del Santo Padre el Primer Apóstol de sus Sagrados Corazones Unidos y a nosotros concédenos el don de la unidad a la Iglesia y la fidelidad al Santo Evangelio. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

Décimoprimera ESTACIÓN
Jesús Resucitado encarga a sus discípulos la misión universal

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos. 

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.

Los once discípulos partieron hacia Galilea al monte que Jesús les había indicado. Cuando vieron a Jesús, se postraron ante El, aunque algunos todavía dudaban. Jesús se acercó y les habló así: “Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Y sepan que Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”. (Mt 28, 16-20).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que llenaste de esperanza a los apóstoles con el dulce mandato de predicar la Buena Nueva, dilata nuestro corazón para que crezca en nosotros el deseo de llevar al mundo, a cada hombre, a todo hombre, la alegría de tu Resurrección, para que así extendamos el Gran Reino de sus Sagrados Corazones Unidos y del Espíritu Santo, para que el mundo crea, y creyendo sea renovado con el gran Pentecostés. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

Décimasegunda ESTACIÓN
Jesús resucitado asciende al cielo

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos. 

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo

Jesús les dijo: “Recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y hasta los extremos de la tierra”. Dicho esto, Jesús fue levantado ante sus ojos y una nube lo ocultó de su vista. Los discípulos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Hombres de Galilea: ¿Por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir”. (Hech 1, 8-11).

Oración

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, tu ascensión al cielo nos anuncia la gloria futura que has destinado para los que te aman. Haz, Sagrado Corazón Resucitado, que la esperanza del cielo nos ayude a trabajar sin descanso aquí en la tierra. Que no permanezcamos de brazos cruzados, sino que hagamos de nuestra vida una siembra continua del Santo Evangelio, de Amor a la Iglesia y de los Llamados de Amor y Conversión. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN
Con Nuestra Señora, los discípulos esperan al Espíritu Santo

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos. 

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.

Entonces subieron a Jerusalén desde el monte de los olivos. Entraron en la ciudad y subieron a la habitación superior de la casa donde se alojaban. Los apóstoles estaban íntimamente unidos, perseveraban juntos en la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la Madre de Jesús, y de sus hermanos. (Hech 1, 12.14).

Oración

Dios Padre Tierno y Misericordioso, en nombre del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesucristo y por la intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, mi Mamá Santa; envía a mi corazón el Don del Espíritu Santo. Espíritu Santo, Dios de infinita caridad, dame tu santo Amor. Espíritu Santo, Dios de las virtudes; conviérteme. Espíritu Santo, fuente de luces celestes; disipa mi ignorancia. Espíritu Santo, Dios de infinita pureza; santifica mi alma. Espíritu Santo, que habitas en mi alma, transfórmala en copia viviente del Corazón de María y haz mi ser todo tuyo. Dios Espíritu Santo, Amor sustancial del Padre y del Hijo, permanece siempre en mi corazón. Y transforma la humanidad con el gran Pentecostés, el Reinado del Espíritu Santo. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

DÉCIMOCUARTA ESTACIÓN
Jesús es puesto en el sepulcroJesús resucitado envía a los discípulos el Espíritu Santo

G: Te adoramos, Cristo resucitado, y te bendecimos. 

T: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Y vieron aparecer unas lenguas como de fuego que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran. (Hech 2, 1-4).

Oración

Dios Espíritu Santo, Esposo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Dulce Huésped del alma, Consolador y Santificador nuestro, inflama nuestro corazón, llena de luz nuestra mente para que te tratemos cada vez más y te conozcamos mejor. Derrama sobre nosotros el fuego de tu amor para que, transformados por tu fuerza, te pongamos en la entraña de nuestro ser y de nuestro obrar, y todo lo hagamos bajo tu guía. Mi Dios Espíritu Santo, haz de mi un apóstol de tu Reinado. Amén, Fiat.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Ave María de los Últimos Tiempos

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Jaculatoria:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.

Cruz del Apostolado, Triunfa. Amén

Oraciones Finales

G: Reina del cielo, alégrate, aleluya.

T: Porque el Señor, a quien has llevado en Tu Vientre, aleluya.

G: Ha resucitado según su palabra, aleluya.

T: Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

G: Goza y alégrate Virgen María, aleluya.

T: Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya. 

Oremos

Dios Padre Tierno y Misericordioso, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, el Corazón Doloroso e Inmaculado de María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen. (tres veces)

Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús

 Doloroso e Inmaculado Corazón de María

 Casto y Amante Corazón de San José

 Triunfen y Reinen, Amén.

† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración a nuestra señora de la pascua

𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐀𝐒𝐂𝐔𝐀:

Señora de la Cruz y la Esperanza.

Señora del Viernes y del Domingo,

Señora de la noche y la mañana Señora de todas las partidas, porque eres la Señora,  Escúchanos:

Hoy queremos decirte:

«muchas gracias».

Muchas gracias, Señora, por tu Fiat: por tu completa disponibilidad de «Esclava».

Por tu pobreza y tu silencio.

Por el gozo de tus siete espadas. Por el dolor de todas tus partidas que fueron dando la paz a tantas almas.

Por haberte quedado con nosotros

a pesar del tiempo y las distancias

Tú conoces el dolor de la partida porque tu vida fue siempre despedida.

Por eso fuiste y fue fecunda tu vida.

Señora del Silencio v de la Cruz.

Señora del Amor y de la Entrega. Señora de la Palabra recibida y de la palabra empeñada, Señora de la Paz y la Esperanza. Señora de todos los que parten, porque eres la Señora del camino y de la Pascua.

Enséñanos, María, la gratitud y el gozo de todas las partidas.

Enséñanos a decir siempre que Sí, con toda el alma.

Entra en la pequeñez de nuestro corazón y pronúncialo Tú misma por nosotros.

Sé el camino de los que parten y la serenidad de los que quedan 

Acompáñanos siempre mientras vamos peregrinando juntos hacia el Padre.

Enséñanos que esta vida es siempre una partida.

Siempre un desprendimiento y una ofrenda. Siempre un tránsito y una Pascua.

Hasta que llegue el tránsito definitivo, la Pascua consumada. Entonces comprenderemos que para vivir hace falta morir, para encontrarse plenamente en el Señor hace falta despedirse.

Y que es necesario pasar por muchas cosas para poder entrar en la gloria (Lc 24, 26).

Señora de la Pascua: en las dos puntas de nuestro camino, tus dos palabras: fíat y magnificat. Que aprendamos que la vida es siempre un «sí» y un «muchas gracias.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Señora y Reina de la Pascua, ruega por nosotros, que nos refugiamos en Ti. 

Amén, Fiat.