Martes 26 de Noviembre

Exhortación

Paz y alegría
en Jesús y María

Apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María:

Como ejército Eucarístico y Mariano, nuestra vida debe estar centrada en el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento.

Como apóstoles de su Sagrado Corazón Eucarístico nos encontramos con Jesús, por medio del Corazón Doloroso e Inmaculado de María; y con Nuestra Señora y el poder del Espíritu Santo adoramos, reparamos y amamos a Jesús, el Esposo Eucarístico.

Hermanos apóstoles, es deseo del Sagrado Corazón de Jesús que lo visitemos, y, qué lugar más hermoso que una propia Capilla de Adoración Eucarística de la Obra.

Cada mañana busquemos su Bendición, sea nuestra primera mirada al Cielo el abrir el enlace y entrar en íntimo contacto con el Amor de los amores que ahí nos espera.

María, Reina del Reino de la Palabra de Dios. Ruega por Nosotros. Amén.

EVANGELIO

Para orar antes del Evangelio.

Jaculatoria (Dictada por Dios Padre el 21 de Julio de 2016).
 
Amado Padre que el Reino de la Palabra de Dios, venga pronto a nuestros corazones.

María, Reina del Reino de la Palabra de Dios. Ruega por Nosotros. Amén.

Liturgia de la Palabra del día

CONSAGRACIONES DIARIAS

Oraciones y Consagraciones diarias para los Apóstoles de los Últimos Tiempos.

ROSARIO DE LA CORREDENCIÓN

Santo Rosario de la Corredención con los Misterios Dolorosos

Audio con música

Audio sin música

Corona Angélica de San Miguel Arcángel

Exhortación a todo el Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.

Apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, hoy día Martes; oramos fervorosos la: Corona Angélica de San Miguel Arcángel.
 
Abrimos nuestros corazones al Llamado de Amor y Conversión que se nos sea entregado desde el Aposento y Jardín de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
¿Quien como Dios?
¡Nadie como Dios!

ORACIÓN AL ÁNGEL DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS Y CUSTODIO DE NICARAGUA

2 de octubre de 2022 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL ÁNGEL DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS Y CUSTODIO DE NICARAGUA

“ORACIÓN AL ÁNGEL DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS Y CUSTODIO DE NICARAGUA”

Santo Ángel de la Alianza de los Dos Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, que anuncias el Triunfo del Cordero de Dios (Apocalipsis 19, 17) sobre todos sus enemigos, a ti acudimos humildemente.

Dios Padre Tierno y Misericordioso en su Divina Providencia, te ha nombrado como el Ángel de la Guarda de Nicaragua y como el Ángel de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, uniéndote al gran Misterio del Reinado del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Mujer Vestida del Sol, Nuestra Señora de Apocalipsis. Junto a los Arcángeles: San Miguel, Príncipe de los Ejércitos de Dios y a San Gabriel, el mensajero del gran misterio de la Encarnación.

Santo Ángel, te manifestaste en Cuapa y ahora en el Jardín de los Sagrados Corazones Unidos, llamando a Nicaragua a la conversión del Corazón y a la escucha de la Palabra de Dios.

Te pedimos humildemente, eleves nuestras plegarias a la Trinidad Santísima: Padre, Hijo y Espíritu Santo, por medio del Corazón de Nuestra Madre Corredentora. Para que bendigas, ilumines, guíes y acompañes a este pueblo, a los Obispos y sacerdotes, religiosos y fieles a una verdadera Alianza de Amor con Jesús y María. Para que este pueblo sea renovado, y los Dos Sagrados Corazones de la Madre y del Hijo reinen sobre esta grey de la Iglesia y sea concedido el don de la paz y de la santidad divina a esta nación.

Santo Ángel de Nicaragua, que este Pueblo, tan amado por ti y protegido por tu intercesión, abra su corazón a los Dos Santísimos Corazones de Jesús y de María.

Que con la escucha del Santo Evangelio encuentre la conversión. A través de los Sacramentos se santifique dentro de la Iglesia.

Que esta nación sea testimonio del Reinado de Jesús y María y Llamado viviente de Amor y Conversión para todos los demás pueblos de la tierra, por tu intercesión y custodia.

Santo Ángel de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y custodio de Nicaragua, ruega por nosotros que te confiamos nuestras plegarias, en Divina Voluntad.

Santos Arcángeles:

San Miguel, San Gabriel y San Rafael, rueguen por nosotros.

Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Reina de los Ángeles, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima sin pecado original concebida.

CORONA DE ORO AL SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS

Querido hijo mío, mi pequeña víctima, todas las Devociones del Apostolado que te hemos ido revelando son un Cofre Espiritual para sacar de este Tesoro Divino infinitas gracias para la Santidad de vida y la Vida Eterna.

La Corona de Oro al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús es un ramillete de gracias, porque con esta Corona reparan por la herida del Sagrado Costado y la herida que la misma Lanzada abrió en el Divino Corazón.

Y esa herida y ese dolor fue ofrecido por Dios Hijo para reparar la indiferencia de la criatura para con el Amor de su Dios.

Prometo a quien ore esta Corona de oro al Divino Corazón, arrepentimiento verdadero, profundo dolor de pecado y gracias para una vida santa y una pascua bienaventurada al Cielo.

Audio 1
Audio 2

ORACIÓN DEL JUBILEO

Padre que estás en el cielo,
la fe que nos has donado en
tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad
infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.

Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada
de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.

La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor.

A ti, Dios bendito eternamente,
sea la alabanza y la gloria por los siglos. 

Amén.